lunes, 26 de noviembre de 2007

carta de un profesor a un político sonriente




carta de un profesor a un político sonriente


Sr. Juan Lobos Krause. Presente


Al releer la carta encabezada con su foto sonriente y de fecha 16 de Octubre de 2007, en la que con motivo del “Día del maestro” usted me ha hecho llegar, es que me dispongo, con la perspectiva que da el tiempo, a enviarle mis reflexiones más profundas y que son las que han permanecido en mi mente aún después de pasado todo este tiempo.
Primero espero que reciba de buena forma, que no creo, ni siento en ninguna parte de mi ser, ni del ambiente y no percibo ninguna muestra física que revele que, como usted abre su carta; yo, en mi condición de maestro, cuente con su máxima admiración y mucho menos, su máximo respeto, ya que es sabido que su predilección por una casa correctamente espaciosa o un auto correctamente lujoso, son aspectos de la realidad que cuentan verdaderamente con su, como usted le llama, “máxima admiración “ y también es sabido que la clase política a la que usted pertenece, históricamente en este país, jamás ha demostrado respeto por clases sociales inferiores, al contrario, gente como usted, respeta aquello que anhela o aspira a ser y es evidente, que ser profesor, dependiente de un sistema fiscal, no se encuentra ni se encontrará jamás en sus aspiraciones.
Luego acusa que le consta que en Chile no es tarea fácil ser profesor. Y agrega que “muchas veces” significa incomprensión, “estrechez” económica y sacrificio, la verdad es que sr Lobos, quisiera también corregirle, ya que el término adecuado es SIEMPRE, siempre ha significado sacrificio , incomprensión y estrechez económica. Y es acaso una hipócrita clasificación de “abnegación”, con la que se ha encasillado, la obligación patética de encontrarse completamente solo entre los tres frentes, que apáticamente giran en torno de un maestro: el alumnado, los apoderados y todo el aparato “administrativo”. Sobre todo el tema del dinero, si, no hablemos de aspectos económicos, ni de sueldos, ni de remuneraciones, hablemos del dinero, así como lo entendería cualquier habitante de este país. A propósito de su condición de médico (sumada a la de político); la pregunta sería: ¿ Por qué la educación de nuestros niños no es considerada tan importante como su salud?, un profesor ganará en un mes (de horarios triplicados y cargas sobrenaturales) lo que un médico promedio en este país ganará en unos pocos días. Y un político, como usted sr Lobos, aproximadamente en el mismo tiempo, solo que con dudosa importancia y utilidad para este país.
Quizás el cuarto párrafo de su extraña carta sea acaso el más, por decir lo menos, descarado, aquí apunta:” Que se permite solicitarme que siga entregando lo mejor de mi persona por el bien de nuestra…. (ahí está cortada la frase, como si uno pudiera poner el término que quisiera y nos habla de la verdadera importancia que le da a su carta, muy escasa, ya que ni siquiera se ha tomado el tiempo para revisar su redacción) y de nuestro Chile entero”. Sr Lobos, sr lobos (lo repito, aunque sé que será en vano, como cuando uno llama en la puerta de una casa vacía), así que se permite solicitarme que siga día a día esperando buses en terminales que no existen, se permite solicitarme que trague saliva y me mire los zapatos cuando el clérigo dueño de las dos terceras partes de los establecimientos educacionales de Chile, luego de terminada la oración matinal, me hable como si fuera su mayordomo o su jornalero. Se permite pedirme que acuda, una vez pasados mis 35 o 45 años de servicio a recoger mes a mes el 40 % de mi sueldo actual, que es con lo que deberé sobrevivir hasta que muera. Se permite pedirme que acepte las modificaciones, controles y asesoramientos con los que supuestamente mejoraremos la educación en este país y que fueron redactados en las lejanas y abstractas oficinas de un ministerio que rara vez ha venido a preguntarme a mí, acerca de mis conclusiones pedagógicas. Se permite pedirme que acepte que el sistema de jornada única está siendo abandonado por los países que lo crearon para volver al sistema antiguo de jornadas separadas y que cuando se le preguntó al (no recuerdo cual número de personaje a cargo del ministerio) por qué estábamos practicando un sistema que se estaba abandonando en Europa, él se limitó a decir, que debíamos cometer nuestros propios errores para sacar nuestras propias conclusiones, por favor. Se permite pedirme que asienta con la cabeza como un robot día a día, pues disentir en este país es aún motivo de despido. Se permite pedirme que la tristeza que acumula mi corazón, al comprobar el demagógico sentido de las educaciones actúales, sea hundida más aún en mi, ya maltratado “vacío interior”, pues no soy un consumidor o una cifra en una estadística, soy un ser humano y eso parece está prohibido en esta sociedad. No podemos ser solo un negocio, la educación se ha vuelto el mejor negocio después de la salud y del bien raíz en este país, egresan 300 arquitectos al año, miles de profesores manejan un taxi y otros cientos de ingenieros manejan colectivos. Los niños de hoy abarrotan salas fiscales, no poseen ni una sola expectativa, acusan la verdadera nacionalidad que promueve este sistema: la de la ignorancia. La iglesia quiere más niños y el estado se abstiene. La explosión demográfica significa solo más obreros para una sociedad….Sr Lobos ¿cuánto cobraría usted por estar noventa minutos con 45 “entes” que no quieren estar ahí? Y cada noventa minutos otra vez y otra vez y otra vez. No existe una motivación real, ni para los estudiantes , ni para el profesorado, para mejorar la educación. Si hubiera una ley, sería la “del menor esfuerzo”…por una recompensa injusta.
Sr Lobos quiero pedirle que no vuelva a escribirme cartas con su foto sonriente ¿ se ríe de mí acaso? ¿de mi condición de ciudadano a la fuerza? , quisiera pedirle que no se burle de mi inteligencia firmando su carta con su “entera disposición”, pues sé que ninguna de mis aspiraciones en este mundo se verán garantizadas en la desierta, egoísta y macabra sonrisa de un político. Y que por favor no malgaste los bienes de todos los chilenos en cartas como la suya, que ni siquiera alcanza n para “saludo a la bandera”. Me despido y no firmaré mi carta con un “atentamente”, ya que usted no cuenta, ni con mi respeto, ni mi admiración, por lo que no se merece una atención mía. De un hombre con fondo de pizarra blanca y cuarenta cinco “vacíos sin fondo” enfrente, (cada noventa minutos). Adiós.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

querida ximena, tú sabes que en este país, no puedes expresar todo lo que piensas, sin poner en riesgo tu fuente laboral, por eso es que existen estos medios y mientras promuevan la reflexión sobre el actuar político y cómo lo recibimos los habitantes de este país, no importa el que me llame Ignacio o Pamela y sea de la comuna de Quilleco o de Lota.

¿me hablas de pincipios, de ejemplos?

el anonimo es una forma de creación tan antiguo cómo la escritura y acaso sea el más venerado en su alcanze como pensamiento, siempre y cuando contenga aspectos de la realidad que lleguen sobre todo a la gente, aspectos que siento que en esta carta han sido tocados con toda franqueza y virtud y me intriga el que usted los niegue, aunque no es tan raro, en un político, el arte de desviar la atención del verdadero sentido de las ideas, por último,

le recuerdo que el aporte que Lobos sea en el congreso, no es tampoco para nada el motivo de esta nota.

Anónimo dijo...

A xxx xxx:

Acuso recibo de su mail… y de mi parte no merece calificativos, opiniones, ni pensamientos de respeto por el solo hecho de no identificarse. Por tener actitudes de cobardía tremendas, que solo me hacen preocuparme de la clase de principios y ejemplos que están recibiendo los alumnos del distrito del H. Diputado Lobos, del que puedo dar fe del aporte que ha sido en el congreso.



XIMENA VALCARCE BECERRA

H. Diputada de la República de Arica y Parinacota

Anónimo dijo...

querida ximena, tú sabes que en este país, no puedes expresar todo lo que piensas, sin poner en riesgo tu fuente laboral, por eso es que existen estos medios y mientras promuevan la reflexión sobre el actuar político y cómo lo recibimos los habitantes de este país, no importa el que me llame Ignacio o Pamela y sea de la comuna de Quilleco o de Lota.

¿me hablas de pincipios, de ejemplos?

el anonimo es una forma de creación tan antiguo cómo la escritura y acaso sea el más venerado en su alcanze como pensamiento, siempre y cuando contenga aspectos de la realidad que lleguen sobre todo a la gente, aspectos que siento que en esta carta han sido tocados con toda franqueza y virtud y me intriga el que usted los niegue, aunque no es tan raro, en un político, el arte de desviar la atención del verdadero sentido de las ideas, por último,

le recuerdo que el aporte que Lobos sea en el congreso, no es tampoco para nada el motivo de esta nota.